El político vive en esto. Quiere que le admire mucha gente para que su ego
se realce. Tiene miedo de entrar en sí mismo, porque sabe que no hay nada, vacío. No sabe quién es. Acopia información sobre sí mismo procedente de los ojos de los demás, de lo que dicen. Si dicen: «Eres un gran hombre», cree que es un gran hombre; va donde le lleva el viento. Si dicen: «Eres un mahatma», se siente enormemente feliz; su ego está satisfecho. Está consiguiendo un tipo de identidad: ahora sabe quién es. Pero esto no es verdadero auto-conocimiento; otros se lo pueden arrebatar en cualquier momento. Y siempre lo hacen, porque tarde o temprano ven que no has cumplido tus promesas, que tu actuación era falsa. Se puede ver cómo se va erosionando poco a poco el gran ego de Morarji Desai. Se puede ver lo mismo en Jimmy Carter: la sonrisa se está haciendo cada vez más pequeña, está desapareciendo, porque no puedes cumplir las promesas que le has hecho a la gente. Y siempre haces grandes promesas: sin hacer grandes promesas no llegarás al poder. De modo que ofreces promesas fantásticas que sabes que no puedes cumplir, pero ¡a quién le importa! Cuando estés en el poder, entonces veremos; entonces veremos cómo te pueden sacar del poder. Te aferrarás, y tendrás todos los poderes para aferrarte, y toda la burocracia y toda la maquinaria del Gobierno estará a tu disposición. Una vez que estés en el poder, ¿a quién le importan las promesas? Los líderes se olvidan completamente de sus promesas. ¡Y no se las recuerdes! Se sienten muy heridos y muy enojados. Pero la gente empieza a ver que las promesas no se están cumpliendo: «¡Estas personas nos han engañado!» Su imagen empieza a caer; la persona se vuelve más pequeña. Eso duele.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .