Se veían arbolitos de semillero recién plantados, que crecerían hasta convertirse en árboles
altísimos. El parque estaba rodeado por rotas alambradas de púas y uno tenía que expulsar a unas cabras que penetraban en él y, en ocasiones, también a una o dos vacas.
Jiddu Krishnamurti . Encuentro Con la Vida .