Éste es, en efecto, el momento de reunir nuestras fuerzas para ayudar a nuestro maestro
a consumar su sacrificio. Es el momento de transformar todas nuestras facultades en valentía, para resistir al enemigo que tiene que atacarlo, y de conseguir que las fuerzas de arriba lo acompañen y lo apoyen en el penoso combate que va a librar entre su naturaleza eterna y su naturaleza pasajera y aparente, lo mismo que en la terrible prueba que va a sufrir su caridad, cuando vaya a ser entregado por completo para la liberación de sus hermanos y necesite hacer que caiga, gota a gota, toda la sangre de su ser y de su amor, para hacer que llegue a nosotros el río de la vida.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .