La confianza se origina a través de la iniciativa, pero la iniciativa dentro del patrón

sólo trae confianza en sí mismo, la cual es por completo diferente de la confianza sin el “sí mismo”, sin el “yo”. ¿Saben qué significa tener confianza? Si hacen algo con sus propias manos, si plantan un árbol y lo ven crecer, si pintan un cuadro o escriben un poema, o, si cuando son mayores, construyen un puente o dirigen sumamente bien alguna tarea administrativa, eso les da la confianza de que son capaces de realizar estas cosas. Pero ya lo ven, la confianza tal como ahora la conocemos, está siempre dentro de los muros de la prisión, la prisión que la sociedad ya sea comunista, hindú o cristiana- ha construido alrededor de nosotros. La iniciativa dentro de la prisión crea, es verdad, cierta confianza, porque sentimos que podemos hacer cosas; podemos diseñar un motor, ser un buen médico, un científico excelente, etc. Pero este sentimiento de confianza que llega con la capacidad de triunfar dentro de la estructura social, o de hacer reformas, de dar más iluminación, de decorar el interior de la cárcel... ese sentimiento es, en realidad, confianza en sí mismo, confianza egocéntrica; uno sabe que puede hacer algo y se siente importante al hacerlo. Mientras que, si a través de la investigación, de la comprensión, uno rompe con la estructura social de la que forma parte, entonces surge una clase por completo diferente de confianza, en la cual no hay sentido alguno de importancia propia. Y, si pudiéramos comprender la diferencia entre ambas entre la confianza egocéntrica y la confianza sin el ego creo que ello tendría una gran significación en nuestra vida.

Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .

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