Y nuevamente debemos hacer presente que la evolución humana es individual. En un grupo animado

por una sola alma monádica, se encontrarán los mismos instintos en todos los individuos que compongan dicho grupo, porque el receptáculo de las experiencias es su alma monádica, la cual vierte su vida en todas las formas que de ella dependen. Pero cada hombre tiene su vehículo físico propio, y sólo uno a la vez, siendo el receptáculo de todas las experiencias el cuerpo causal que vierte su vida en su vehículo físico único, y no puede afectar ningún otro, porque con ninguno está relacionado. De aquí que las diferencias individuales sean entre los hombres mayores que jamás lo hayan sido entre animales estrechamente relacionados, y de aquí también que la evolución de las cualidades no pueda estudiarse en al masa de los hombres, sino siempre en el individuo continuado. La imposibilidad de semejante estudio prohíbe a la ciencia explicar por qué algunos hombres gigantescamente intelectuales y morales, se hallan tan por encima de sus semejantes: sin que se pueda trazar la evolución intelectual de un Shankara o de un Pitágoras ni la evolución moral de un Gautama o de un Jesús.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

Índice