Con esta marcha, siempre creciente, el reparador ha desarrollado el curso de sus manifestaciones en
la tierra. La ley y los profetas han durado hasta Juan. Desde aquellos tiempos se anuncia el reino de Dios y sufre cuando se toma por la violencia. El cordero sagrado había estado representado por los sacrificios de la ley antigua: el eclesiástico y los profetas nos lo habían dibuja- do como el que debía devolver la paz a la tierra. Juan es el primero que (como hemos visto en el número 41) dio a conocer visiblemente al reparador bajo el carácter del cordero que venía a quitar los pecados del mundo. Por su boca ha pasado el anuncio y la descripción de las naciones.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .