El tomar para sí la humilde vestidura del Nirmanakâya, es renunciar a la

eterna felicidad de uno mismo, para contribuir a la salvación del hombre El obtener la bienaventuranza del Nirvana y renunciar luego a ella, es el paso final, supremo, el más alto en el Sendero de la Renunciación.

H.P. Blavatsky . La voz del silencio .

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