Ya ves, pues, que mucho poder innecesario se ha concedido a la actividad externa; se
le da mucha importancia a cosas que a la «Presencia YO SOY» no le interesan absolutamente para nada. A ella no le interesan los errores cometidos por el yo externo, y si el individuo pudiera comprender que le puede dar la espalda a todas las actividades discordantes, y darle a la «Presencia Maestra YO SOY» dentro de él toda la autoridad y el poder para disolver y disipar la condición errada, no podría nunca, de ninguna manera, sentir la reacción de sus malas acciones.
Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .