Si entre los lectores que hasta aquí han seguido estos estudios sobre la Cábala hay

alguno que esté bien familiarizado con el ocultismo occidental, dirá que todo lo expuesto le es conocido y no ha encontrado nada nuevo u original. Al trabajar sobre estos yacimientos de conocimientos antiguos, nos encontramos en la posición del arqueólogo que estuviera excavando algún templo enterrado : estamos exponiendo fragmentariamente más que estudiando un sistema coherente, porque, aunque en su tiempo fue un todo coherente, después fue fragmentado y esparcido a los cuatro vientos, a la vez que deformado por las persecuciones que sucedieron durante veinte años de fanatismo, celos y envidia espirituales. Empero, se ha realizado más trabajo sobre estos fragmentos de lo que realmente se cree; la señora Blavatsky hizo un gran acopio de datos y los expuso al público, y éste apenas si los comprendió algo más de lo que entendería un niño que estuviese contemplando las vitrinas de algún museo, y maravillándose de las curiosidades en él encerradas. Los eruditos trabajos de G. R. Mead nos han dado muchísimos detalles con respecto a la Gnosis, que era la Tradición esotérica del Occidente durante las primeras centurias de nuestra época. La obra de la señora Atwood nos ha revelado el significado del simbolismo alquímico; sin embargo, ninguno de ellos nos ha expuesto la tradición occidental como verdaderos Iniciados de dicha tradición, sino que se han limitado a acercarse desde el exterior, tratando de hacer coincidir sus fragmentos, o bien, como en el caso de la señora Blavatsky, interpretándolos por analogía, a la luz de otros sistemas que le eran familiares, pertenecientes a otras tradiciones. Los que han estudiado el asunto desde adentro esto es, en posesión de las condiciones iniciáticas, y las han empleado como un sistema práctico para la exaltación de conciencia, en su gran mayoría han mantenido el más estricto secreto, el cual, aunque haya estado plenamente justificado en los tiempos en que la inquisición recompensaba esas investigaciones con la pira, actualmente no tiene motivos para subsistir en esta época de mayor liberalidad, a no ser que este secreto se ostente para crear y mantener un discutible prestigio personal. En realidad, en el último cuarto de siglo, una especie de monopolio muy efectivo vino a establecerse en las prácticas ocultas, ya que no en los conocimientos símiles, especialmente entre los pueblos de habla inglesa. Este monopolio ha minado y destruido de raíz muchos impulsos espirituales que hubiesen surgido, dando ello lugar al renacimiento de los Misterios. Y de ahí que, aunque la tierra estaba ya pronta para recibir la simiente, no fue arrojado en ella el trigo de la verdad, de los cuatro vientos vinieron simientes de toda clase, y surgió una flora tropical que, careciendo de verdadera raigambre en la tradición racial, pronto se marchitó o degeneró en formas muy extrañas. El templo enterrado en nuestra Tradición nativa ha sido excavado ya, por lo menos parcialmente, pero los fragmentos rescatados todavía no fueron puestos al alcance de los estudiantes de acuerdo con la honorable Tradición del escolasticismo europeo, sino que han sido reunidos en colecciones privadas, manteniéndose las claves correspondientes en poder de algunos individuos que han abierto o cerrado las puertas en forma arbitraria. No dudamos que estas páginas herirán los corazones de algunos que tienen esas colecciones privadas al verlas despreciadas en el valor que les habían dado el secreto en que se las mantuvo con toda injusticia; pero tampoco dudamos de que innumerables estudiantes que han ensayado en vano la senda occidental encontrarán en esta paginas la clave que les revelarán lo que aún era incomprensible para ellos. Hablando de nosotros mismos, debemos decir que nos costo diez años de trabajo continuo, en plenas tinieblas, la búsqueda de las claves, y si las hemos encontrado se debió al mero hecho de que éramos lo bastante psíquicos como para obtenerlas directamente, merced a nuestro contacto con los planos internos. Creemos que no tiene ninguna utilidad desorientar deliberadamente a los estudiantes, o reservar las claves y explicaciones que son esenciales para su trabajo. Si el estudiante no merece ser preparado, es mejor no prepararlo absolutamente en nada. Pero si se le da alguna preparación, entonces hay que dársela bien y exactamente. En las páginas siguientes, haremos cuanto podamos para dilucidar los principios que gobiernan el empleo de los símbolos mágicos. De paso recordamos que el uso práctico del método ceremonial sólo debe intentarse cuando se cuenta con la dirección de alguien que tenga la experiencia en su uso; asimismo trabajar solo, o con la ayuda de compañeros igualmente inexpertos es correr riesgos innecesarios sin embargo, nada se opone a que cualquiera ensaye los sistemas de meditación.

Dion Fortune . La Cabala Mistica .

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