Con independencia de este juicio particular que lo hemos visto pronunciar cuando bajó a los
abismos, es preciso que pronuncie también, proféticamente, el juicio final que ha de decidir la suerte de los prevaricadores y separar a los que, en él mismo, después de escapar por la penitencia de la primera muerte, estén protegidos de la segunda, de los que sean víctimas de ambas muertes.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .