En el aspecto sentimental, hay que desligarse del egoísmo del amor familiar, que, en muchos
casos no es realmente "amor", sino un sentimiento de simpatía enraizado en el instinto de posesión. Si analizamos sincera e imparcialmente el sentimiento que nos liga a las personas de la familia oiremos en cuantas ocasiones este sentimiento está basado en el agrado y en la conveniencia de que nos sirvan, nos ayuden, nos escuchen cuando tenemos ganas de hablar, nos soporten nuestro mal humor o nos cuenten algo cuando no tenemos nada interesante en que pensar.
Eduardo Alfonso . La iniciación .