Negar todo eso, no sólo intelectual o verbalmente, sino extirparlo de nuestro propio ser, de
manera que nunca volvamos a experimentar celos, envidia, rivalidad o ambición negar todo eso, sin duda es amor-. Ambas maneras de actuar no pueden jamás ir juntas. El hombre que es celoso, o la mujer que es dominante, no saben lo que significa el amor. Pueden hablar de amor, pueden dormir juntos, poseerse mutuamente, depender recíprocamente para su comodidad, seguridad, o por miedo a la soledad, pero sin duda alguna, nada de eso es amor. Si la gente que dice amar a sus hijos los amara de verdad, ¿habría guerras, habría divisiones nacionales, habría estas separaciones? Lo que llamamos amor es tortura, desesperación, un sentimiento de culpabilidad. Este amor está generalmente identificado con el placer sexual. No es que seamos puritanos o mojigatos; no decimos que no debe existir el placer. Cuando miramos una nube o el cielo, o un rostro hermoso, en ello hay deleite. Cuando miramos una flor, su belleza está allí no negamos la belleza-. La belleza no es el placer del pensamiento, pero es el pensamiento el que da placer a la belleza.
Jiddu Krishnamurti . El vuelo del águila .