Según la opinión de los ocultistas, la concentración mental de una corriente voluntaria apoyada por
la imaginación tiene un efecto sobre ciertos cristales, metales y aceites. Se hace uso de este hecho para conservar en ellos las fuerzas de un tipo determinado, de manera que puedan ser despertadas por la voluntad, o que tambien puedan ejercer constantemente su poder, por una emanación sutil. La mayor parte de las ceremonias dependen, al menos en una cierta medida, del estado de las armas mágicas. Es necesario observar que todos los accesorios importantes de una iglesia son consagrados antes de cada servicio. Que esta consagración sea verdaderamente eficaz, no es cuestión de opinión. Todo verdadero psíquico discernirá de inmediato si los objetos están o no consagrados, admitiendo, bien entendido, una consagración eficaz. No importa si algún ocultista practico sepa perfectamente por experiencia que un cambio interior definido tiene lugar en su ser cuando toma sus armas mágicas y se reviste de sus vestimentas consagradas; el hecho es que equipado así puede realizar lo que de otra manera no podría. También sabe que se requiere cierto tiempo para que una nueva arma mágica pueda obrar bien. Quizás sea interesante hacer notar a este respecto que el autor de este libro se siente incapacitado de escribir nada sobre Cábala Mística sin tener a su lado su viejo Arbol de la Vida habitual. Cuando este Arbol --que había sido hecho por alguien para el autor-- llegó a ser tan confuso que resultó casi indescifrable, y debió volverlo a dibujar con sus propias manos, comprobó de inmediato que su influencia magnética se había vuelto más poderosa, verificando así la vieja tradición que dice que siempre que sea posible, uno mismo debe preparar sus armas mágicas.
Dion Fortune . La Cabala Mistica .