Hay niños que han sido castigados por ver seres angélicos y por manifestar que tienen
una percepción interior. Son los padres de esos niños los que deberían ser castigados por atreverse a interferir en el don divino de la libertad del niño. Si los grandes vivieran más en el imaginar consciente y en la aceptación de la Gran Presencia, cuya existencia duda la humanidad, sentirían esa presencia elevándolos y dándoles su inteligencia.
Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .