Los estudiantes deben recordar que la energía tiende a ir tanto hacia arriba como hacia
abajo, dentro de la estructura de los centros. En lo que concierne al aspirante y al discípulo: 1. La tendencia hacia arriba … produce Transmutación. Del centro sacro al centro laríngeo. La creación física es trasmutada en creación artística. Del centro plexo solar al centro cardíaco. La conciencia individual y emocional es trasmutada en conciencia grupal. De la base de la columna vertebral al centro coronario. La fuerza material es trasmutada en energía espiritual. De cualquiera de los cinco centros que se hallan en la columna vertebral, al centro ajna. La vida sin coordinación es trasmutada en integración de la personalidad. De los seis centros, relacionados entre sí, al centro más elevado de la cabeza. La actividad de la personalidad es trasmutada en vida espiritual. 2. La tendencia hacia abajo … produce Transformación. Una vez que el centro coronario comienza a despertar y el discípulo, activamente consciente, se dedica a la tarea de dirigir las energías hacia los centros, a fin de regir la vida de su personalidad, se ha logrado el procedimiento científico de energetizar los centros con cierto ritmo ordenado, que a su vez es determinado por los rayos, las circunstancias y el karma; entonces todas las energías corpóreas son impelidas a una correcta actividad espiritual. El proceso involucrado no se puede tratar aquí, excepto señalar que esta tendencia descendente puede ser considerada burdamente en tres etapas: La etapa de energetización de la vida creadora, vía el centro laríngeo, poniendo así: a los centros coronario y laríngeo, a ambos y al centro sacro, y a los tres, simultánea y conscientemente, en relación consciente.
Alice A. Bailey . El Sexo .