Se ha borrado la efigie del príncipe y la acuñación ya no tiene valor; ¿pero
no nos queda todavía el metal? Llevadlo a un hábil artesano encargado por el soberano de darle a esta acuñación todo su valor. Volverá a imprimir en ella la efigie del príncipe y, en su nombre, podréis conseguir vuestra subsistencia y saldar los impuestos legítimos del Estado.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .