Haced la prueba vosotros mismos. Mientras dejéis que vuestro nombre de cristiano vaya degradándose y

arrastrándose en la servidumbre y la ignominia por los diferentes pueblos que os tienen sometidos, os dejan tranquilos y no os piden nada, porque ya os han quitado todo y no tienen nada que buscar en vosotros; pero, si tratáis de unir por un momento vuestras fuerzas dispersas, si convocáis a este pueblo en todas las naciones y todas las tribus, veréis que rápidamente el enemigo se opone a esta unión y trata con todas sus fuerzas de obligaros a una nueva dispersión, porque ése es el único medio de establecer su reino y poder triunfar.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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