¿Son concomitantes el amor y la libertad? ¿Podemos amar sin libertad? Si no somos libres,

¿podemos amar? ¿Podemos amar si somos celosos? ¿Podemos amar si estamos atemorizados? Si mientras estamos en la oficina perseguimos nuestra particular ambición y al regresar al hogar decimos “te amo, querida” ¿es eso amor? En la oficina somos brutales, astutos, y en el hogar tratamos de ser amables, dóciles, ¿es eso posible? ¿Es posible matar con una mano y con la otra amar? ¿Puede amar en forma alguna el hombre ambicioso, o puede el hombre competitivo saber alguna vez lo que el amor significa? Aceptamos todas esas cosas y la moralidad social. Pero cuando negamos esa moral social por completo, con todo nuestro ser, entonces somos en realidad morales; pero no hacemos eso. Somos moral y socialmente respetables, y así desconocemos lo que es el amor. Sin amor no es posible descubrir qué es la Verdad, ni si existe o no existe eso que llamamos Dios. Podemos conocer lo que es el amor sólo cuando sabemos morir para todo lo del ayer, para todas las imágenes del placer, sexual o de otra clase. Entonces, cuando hay amor, que en sí es virtud, que en sí es moralidad toda la ética está contenida en él- únicamente entonces podrá surgir esa Realidad, ese algo que es inconmensurable.

Jiddu Krishnamurti . El vuelo del águila .

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