El hombre nuevo, a su imagen, va a tratar de restablecer también la equidad y
las proporciones en todas las regiones de su ser; pero, como no es más que la imagen del reparador y como además las mezclas tan diversas de que estaba compuesto antes de su regeneración debían introducir mil variedades en su obra, en los frutos de su obra y en los tiempos de su obra, nadie puede indicar el número, el peso ni la medida que le serán prescritos, bien sea durante el tiempo que esté en la tumba, durante el que esté en la tierra después de resucitar o durante el que se quede hasta la consumación de los siglos, teniendo que cumplir unas proporciones particulares cada individuo que se regenera.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .