Me han contado la historia de un judío moribundo que se había caído en una

calle, de un ataque al corazón. Se congregó toda una multitud, y buscaron a alguien que creyera en la religión, a un sacerdote o algo, porque el hombre estaba a punto de morir. De entre la multitud surgió un sacerdote católico, que no sabía quién era el moribundo. Se acercó a él y le preguntó: —¿Crees en Dios? ¿Afirmas que crees en la Santísima Trinidad, en Dios Padre, en Dios Hijo y en el Espíritu Santo? El judío moribundo abrió los ojos y replicó: —Me estoy muriendo y me viene con acertijos. ¿Qué pasa con la trinidad esa? Me estoy muriendo. ¿Qué estupideces me está contando?.

Osho . El libro del ego .

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