La simbiosis entre el Yoga tántrico y la alquimia queda igualmente probada por la tradición
escrita de que dan razón los textos sánscritos y vernáculos. Nágárjuna, el famoso filósofo mádhyamaka, ha sido considerado como autor de un gran número de tratados alquímicos; entre los siddhi obtenidos por los yoguis figura la transmutación de los metales en oro; los más célebres siddha tántricos (Capari, Kamari, Vyali, etc.) son al propio tiempo alquimistas nombrados; la somarasa, técnica específica de la escuela de los Nátha Siddha, presenta un significado alquímico; en fin, en su Sarva-darqana-sam-graba Madhava demuestra que la alquimia (raseqvara dargana: lit., la ciencia del mercurio) es una rama del Hatha-Yoga: «El sistema mercurial (rasáyana) no debe ser considerado como un simple elogio del metal, pues es un medio inmediato —conservando el cuerpo— de alcanzar el fin supremo, la liberación.» Y el tratado alquímico Rasasiddhanta, citado por Madhava, dice: «La liberación del alma vital (jiva) se halla expuesta en el sistema mercurial.».
Mircea Eliade . Herreros y alquimistas .