En efecto, conocerás las lenguas de todas las substancias que te constituyen; comprenderás su lengua

y ellas conocerán la tuya, para que coincidáis todas en manifestar cada una los dones particulares que le sean propios, para extender cada vez más el reino de vuestro Dios; no se producirá en ti ni un solo movimiento del que no tengas conocimiento y no sientas al mismo tiempo el juicio que debes hacer de él y el uso que debes darle. Si estos movimientos son falsos, entenderán tu lengua lo mismo que si fuesen verdaderos: pero sólo la entenderán para su condena, porque tu lengua se convertirá en una espada de doble filo.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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