Por lo tanto, nuestro problema es si esta energía que todos poseemos en mayor o
menor grado, puede ser incrementada, si puede dársele mayor vitalidad; y en tal caso, ¿para hacer qué? ¿Para qué es la energía? ¿Es el propósito de la energía hacer la guerra? ¿Es el de inventar aviones y otras innumerables máquinas, seguir a algún gurú, aprobar exámenes, tener hijos, preocuparnos interminablemente sobre este y aquel problema? ¿O la energía puede usarse de un modo diferente, a fin de que todas nuestras actividades tengan un significado en relación con algo que trasciende todo eso? Por cierto, si la mente humana, que es capaz de desarrollar una energía tan asombrosa, no está buscando la realidad, no busca a Dios, entonces todas las expresiones de su energía se vuelven medios de destrucción y desdicha. Para buscar la realidad se requiere una energía inmensa; y, si el hombre no está haciendo eso, disipa su energía en comportamientos que perjudican a la sociedad y, por lo tanto, la sociedad tiene que controlarlo. Ahora bien, ¿es posible liberar la energía en la búsqueda de Dios o de la verdad y, en el proceso de descubrir lo verdadero, ser un ciudadano que comprende las cuestiones fundamentales de la vida y a quien la sociedad no puede destruir? ¿Están siguiendo esto o es algo demasiado complejo?.
Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .