El fuego es el segundo de los elementos básicos del Geocosmos: los textos sobre los
"abismos ígneos o pirofilacios del Geocosmos" tienen la viveza de quien ha sido testigo del furor de los volcanes: "Que en las vísceras de la Tierra existen abismo enormes llenos de fuego, lo demuestra la existencia de los montes de Vulcano, cuyo fuego no se deriva como cree el vulgo de la base de los montes, sino que tiene sus oficinas en las más profundas vísceras de la Tierra, sirviendo los montes como respiradero del hollín superfluo y para desahogar la fuerza de los calores internos, para que no terminen con la Tierra, y en este sentido ya los Santos Padres pusieron en el centro de la Tierra la sede de todos los abismos pirofilácticos, destinándola a cárcel eterna para castigar a los malos". (A. KIRCHER. Mundus Subterraneus, 1665, Libro II, capítulo XIX). [SIERRA, 1981: 68]. En estos textos es muy difícil separar los elementos teológicos de los experimentales. Para Kircher hay una total concordancia entre ambos. Prosigue su discurso: "Y, no sea que algunos crean que el fuego infernal es de otra naturaleza que el fuego elemental, sepan que así como Dios utiliza el elemento agua por potencia obediencial, como dicen los teólogos, elevada de modo que pueda conferir gracia en el bautismo, así también tortura a los impíos por medio del fuego verdadero y propiamente elemental pero elevado de tal modo por la inmensidad de su potencia que aflige a los reos de eterna condenación con infinita mayor eficacia que el fuego elemental, puesto que el rigor de la divina justicia así lo exige". (A. KIRCHER. Mundus Subterraneus, 1665, Libro II, capítuloXIX). [SIERRA, 1981:68].
Athanasius Kircher . El Geocosmos .