La distracción llega por dejar que la mente vague de acá para allá; la indolencia
llega porque la mente todavía no es pura. La distracción es mucho más fácil de corregir que la indolencia. Es como con la enfermedad: si sientes dolores e irritaciones, se pueden socorrer con remedios; pero la indolencia es como una enfermedad que se atiende con falta de realización.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .