Al resplandor de esa comunión, las almas crecen en pureza y en devoción, y cuando
vuelven a la tierra estas cualidades se encuentran sumamente desarrolladas. No cabe imaginar, sin embargo, que toda su existencia celeste se deslice en éxtasis devoto, pues tienen también muchas ocasiones de edificar y fortalecer las demás cualidades de corazón y de la inteligencia.
Annie Besant . La sabiduría antigua .