Te aseguro, amado, que mi corazón sangra por aquellos que están esclavizados por la Astrología,
pues están tan ciegos al espinoso camino que pisan que cuando la agonía de estas heridas sea insoportable será cuando ellos clamarán al cielo, y con todo su ser rogarán: «iOh, Dios, enséñame el ca- mino verdadero!». Amado estudiante que con tanto empeño buscas la luz, debes saber que no hay sino una Presencia que es tu invencible Protección, y ésta es la Gran Presencia «YO SOY», Dios en ti.
Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .