Pero mientras mantengáis constantemente la Visión ante vosotros, mientras hayáis rasgando el velo con que
vosotros mismos la cubristeis, nunca será egoísta vuestra satisfacción. Bien sabéis que a la gente se le conoce en la cara el contento de haber tenido éxito en cosas menudas, como si hubieran realizado alguna formidable hazaña; y gradualmente esta física satisfacción se extiende al alma, y el individuo se estanca. Si queréis llegar a la meta y conocer la Verdad, no debéis deteneros a adorar en pequeños santuarios ni inquirir pequeñas verdades. No necesitáis en vuestra vida ir a adorar ante altarcitos cuando ahí está el gran templo de adoración. Os demoráis y perdéis tiempo en los pequeños santuarios, en vez de ir a adorar incesantemente ante el único Altar de la Verdad, a fin de corresponder a las demandas de la evolución. Y si creéis en el Instructor de la Humanidad, también estaréis allende todos los altares, dogmas y doctrinas, y veréis la Verdad a través de todas las pantallas que ocultan la Visión.
Jiddu Krishnamurti . El Reino de la Felicidad .