En el reino vegetal, el cuerpo astral se encuentra más organizado y comienza a manifestarse

su característica especial: la sensación; así pueden observarse en la mayoría de las plantas, sensaciones sordas y difusas de bienestar o de enfermedad, que son el resultado de la actividad creciente del cuerpo astral. Las plantas gozan vagamente del aire, del sol y de la lluvia, que buscan como a tientas, mientras se alejan cuando esas condiciones son nocivas. Unas buscan la luz, otras la oscuridad, responden a las excitaciones y se adaptan a las condiciones externas; en fin, en algunos tipos más elevados, aparece definido el sentido del tacto.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

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