Nosotros escuchamos con esperanza y miedo; buscamos la luz de otro, pero no estamos pasivamente
alerta a fin de poder comprender. Si el liberado parece satisfacer nuestros deseos, lo aceptamos; si no, continuamos buscando a alguien que lo haga; lo que ansía la mayoría de nosotros es gratificación en diferentes niveles. Lo importante no es cómo reconocer a alguien que está liberado, sino cómo comprendernos a nosotros mismos. Ninguna autoridad, ni aquí ni en el más allá, puede darle a uno el conocimiento de sí mismo; sin ese conocimiento propio no es posible liberarse de la ignorancia, del dolor.
Jiddu Krishnamurti . El Libro de la Vida .