Muchas veces requiere gran tenacidad aferrarse a la Presencia, cuando las apariencias parece estar dominando.

Hay un viejo refrán que dice: «Nadie ha fracasado mientras no se rinde». Esto es verdad, porque mientras un individuo se una a Dios como su inteligencia gobernante, no hay actividad humana que pueda interferir en la gran emanación que fluye alrededor de uno.

Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .

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