En las primeras fases de su vida, el Pensador no puede sino dormir inconscientemente, al
dejar los cuerpos que le servían de vehículos en los planos inferiores. Su vida palpita dulcemente en él, asimilando algunos resultados, casi insignificantes, de su existencia terrestre, que pueden entrar en sus substancias, pero no tiene conciencia de lo que le rodea.
Annie Besant . La sabiduría antigua .