Por favor, no me consideréis como autoridad; eso sería terrible. Sin embargo, podéis ver vos

mismo que el deseo de no ser perturbado es una de nuestras principales exigencias. Y puede ser que la mente, el cerebro, cuando cesa en su incesante parloteo, descubra que hay una gran perturbación interior. Podéis ver vos mismo que tenéis todo el tiempo ocupada la mente: con la esposa, el marido, el sexo, con la nacionalidad, con Dios, con la búsqueda de la próxima comida, etc. Y ¿habéis tratado alguna vez de descubrir por qué está ella ocupada, y qué pasaría si no estuviera ocupada? Entonces os enfrentáis con algo que nunca habéis pensado; y ese puede ser un factor extraordinariamente perturbador. Y lo es. Esta constante ocupación de la mente puede ser mera evasión del hecho que es la tremenda soledad, la vacuidad. Y tenéis que hacer frente a esa perturbación, y penetrar en ella.

Jiddu Krishnamurti . El Estado Creativo de la Mente .

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