Escucha esta anécdota... Un americano le preguntó en París a un taxista la dirección de

un buen burdel. Fue allí solo, eligió a su pareja y pidió la cena. Después, entrada la noche, después de haber satisfecho todos sus caprichos, completamente exhausto, el caballero bajó y le pidió la cuenta a la madame. «Es gratis, monsieur», dijo la señora de la casa. Sorprendido, pero no dispuesto a discutir el asunto, el caballero se fue. La noche siguiente volvió al burdel y repitió su actuación de la noche anterior. Sin embargo, cuando se disponía a irse esta vez, se quedó horrorizado cuando le dijeron que su cuenta era de ochocientos francos. «¡Imposible!», gritó el americano. «Estuve aquí ayer por la noche, me dieron de todo y no me cobraron un céntimo.» «Ah», dijo la madame, «pero ayer por la noche estaba usted en la televisión». Sí, a veces puede que consigas algo gratis, pero ten cuidado: puede que estés en la tele. En realidad no hay nada en la vida que puedas obtener sin pagar por ello, y solo consigues tanto como lo que estés dispuesto a pagar por ello. Cuando estás listo para pagar con tu vida, consigues a cambio la vida eterna. Nada es gratis, nada puede ser gratis.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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