El Maestro Lu-Tsu dijo: Si todavía no te queda claro, te lo aclararé con la
triple contemplación budista del vacío, la falsa ilusión y el centro. El vacío es la primera en llegar de las tres contemplaciones. Todas las cosas se consideran vacías. Luego le sigue la falsa ilusión. Aunque se sabe que están vacías, las cosas no se han destruido, pero uno atiende a sus asuntos en medio del vacío. Pero aunque uno no destruye las cosas, tampoco les presta atención; ésta es la contemplación del centro. Mientras practica la contemplación del vacío, uno sabe también que no puede destruir las diez mil cosas, y sin embargo, uno no se fija en ellas. De esta manera, las tres contemplaciones se unifican. Pero, después de todo, la fortaleza está en visualizar el vacío. Por tanto, cuando uno practica la contemplación del vacío, el vacío está ciertamente vacío, pero la falsa ilusión también está vacía, y el centro está vacío. Se requiere una gran fortaleza para practicar la contemplación de la falsa ilusión; entonces la falsa ilusión es realmente una falsa ilusión, pero el vacío es también una falsa ilusión, y el centro también es una falsa ilusión. Estando en el camino del centro, uno crea también imágenes del vacío; no se las llama vacías, sino que se las llama centrales. Uno practica también la contemplación de la falsa ilusión, pero uno no la llama falsa ilusión, la llama central. No es necesario decir más sobre qué hacer con el centro.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .