El lagarto se ha calentado sobre la roca y está esperando que lleguen las moscas.
Y seguramente llegarán. Y el lagarto las tragará con su rápida lengua. Parece ser la naturaleza del mundo; las criaturas grandes viven de las criaturas pequeñas, y las más grandes de las grandes. Éste es el ciclo del mundo natural. Y en eso no hay orden ni desorden. Pero nosotros, de vez en cuando conocemos por nosotros mismos el sentimiento de total armonía, y también la pena, la ansiedad, el dolor, el conflicto. La causa del desorden es el perpetuo devenir devenir, buscar la propia identidad, esta lucha por llegar a ser. En tanto el cerebro, que se halla densamente condicionado, esté midiendo lo ‘más’, lo ‘mejor’- moviéndose psicológicamente de esto a aquello, eso debe generar inevitablemente un sentido de conflicto, lo cual es desorden. No sólo las palabras ‘más’, ‘mejor’, sino el sentimiento, la reacción de lograr, de ganar en tanto exista esta división, esta dualidad, tiene que haber conflicto. Y a causa del conflicto, hay desorden.
Jiddu Krishnamurti . El Último Diario .