La Turba Philosophorum expresa con absoluta claridad la significación espiritual de la «tortura» de los
metales: eo quod cruciata res, cum in corpore submer-gitur, vertlt ipsum in naturam inalterabilem ac indele-bilem 9. Ruska estima que entre los alquimistas griegos la «tortura» no correspondía aún a operaciones reales, sino que era simbólica, y que sólo comenzó a designar operaciones químicas a partir de los autores árabes. En el Testamento de Ga'far Sádiq se lee que los cuerpos muertos deben ser torturados por el Fuego y por todas las Artes del Sufrimiento para que puedan resucitar, porque sin sufrimiento y muerte no puede obtenerse la Vida eterna10. La «tortura» implicaba siempre la «muerte»: mortificatio, putrefactio, nigredo. No existe esperanza alguna de «resucitar» a un modo de ser trascendente sin «muerte» previa. El simbolismo alquímico de la tortura y de la muerte resulta a veces equívoco; la operación puede comprenderse tanto referida a un hombre como a una sustancia mineral. En las Allegoriae super librum Turbae se dice: «accipe hominen, tonde eum, et trahe super lapidem... doñee corpus eius mo-riatur»u. Este simbolismo ambivalente impregna toda la opus alchymicum. Es importante, por tanto, comprenderlo bien,.
Mircea Eliade . Herreros y alquimistas .