Si las cualidades mentales y morales se consideran como acumulación de los resultados de la
vida civilizada, entonces nos vemos frente al hecho de que a los hombres de más talento del presente, sobrepujan los gigantes intelectuales del pasado, y de que ningún hombre de nuestra época alcanza la altura moral de algunos santos históricos. Por otra parte, tenemos que considerar que el genio no tiene padre ni hijos; que aparece repentinamente y no como la meta de una familia que haya venido desarrollándose gradualmente, y que por regla general es estéril, o bien que si tiene un hijo, es un hijo del cuerpo y no de la mente. Más significativo aún es el hecho de que la mayoría de las veces un genio músico nace en una familia música, porque esta forma del genio necesita de una organización nerviosa de clase especial para manifestarse, y el organismo nervioso cae bajo la ley de la herencia. Pero ¿cuantas veces sucede que la misión de tales familias acaba tan luego como ha proporcionado un cuerpo para un genio, y que luego degenera y desaparece, al cabo de una cuantas generaciones, en al obscuridad y la insignificancia de la masa general humana?. ¿Acaso han sido los descendientes de Bach, de Beethoven o de Mozart iguales a sus padres? Verdaderamente, el genio no se transmite de padres a hijos, como sucede en los tipos físicos de familia de los Estuardos y Borbones.
Annie Besant . La sabiduría antigua .