Es la única forma en que esta Magna Perfección puede ser incorporada en la plenitud
de nuestro uso y hasta en nuestra apariencia exterior. El hecho de que esa perfección aparentemente no se haya manifestado, no te debe impedir aplicarla y reclamarla como tuya propia, ya que cualquiera que tenga mediana inteligencia puede darse cuenta de que la energía y el principio vital que está usando es DIOS, la Magna Presencia «YO SOY»; por consiguiente, esa Presencia, su Poder y Energía está siempre autosostenida.
Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .