La religión no es una cuestión de saber, sino de vivir de acuerdo a ella.

La religión es la vida, y a menos que la vivas, no sabrás nada acerca de lo que es. Y para vivir la religión hay que dejar de filosofar y hay que empezar a experimentar. Hay que convertirse en un laboratorio. El laboratorio del científico está fuera; el laboratorio de la persona religiosa es su propio ser: su propio cuerpo, su propia alma, su propia mente. El científico tiene que concentrarse en el objeto sobre el que está experimentando: su trabajo tiene que hacerlo con los ojos abiertos. El trabajo de la religión hay que hacerlo con los ojos cerrados: hay que concentrarse en uno mismo.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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