Ahora bien: muchas almas sembraron durante su vida terrestre, con pensamientos profundos y noble conducta,

mucho grano cuya recolección pertenece a esta quinta región celeste; así, es grande ahora su recompensa por haberse emancipado de la servidumbre de la carne y de las pasiones, y comienzan a sentir la vida real del hombre, la existencia sublime del alma misma, despojada de las vestiduras que pertenecen a los mundos inferiores.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

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