En efecto: Cualquiera de nosotros puede haber cambiado su alimentación cárnea y alcohólica por un

estricto régimen vegetariano (lo cual ya es bien ventajoso), pero aun puede cultivar su sensualidad gastronómica con las frutas sabrosas, las verduras y los dulces, sin haber dominado la gula. Hay que llegar a no sentir la gula. De la misma manera puede uno dominar un movimiento de agresión a otro que le injuria y le causa indignación (lo cual es plausible), pero puede aun vibrar su sentimiento de cólera que perturba su cuerpo y su alma. Hay que llegar a no sentir cólera.

Eduardo Alfonso . La iniciación .

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