¿Cómo podemos librarnos de la dependencia mientras estamos viviendo en la sociedad? ¿Sabe usted qué

es la sociedad? La sociedad es la relación entre los seres humanos, ¿verdad? No lo complique, no cite un montón de libros; piense muy sencillamente en esto y verá que la sociedad es la relación entre usted y yo y otros. Es la relación humana la que constituye la sociedad; y nuestra sociedad actual se basa en una relación posesiva, ¿no es así? Casi todos deseamos dinero, poder, propiedad, autoridad; en un nivel u otro anhelamos posición, prestigio, y así es como hemos construido una sociedad codiciosa. En tanto somos codiciosos, en tanto deseamos posición, poder, etcétera, pertenecemos a esta sociedad y, por lo tanto, dependemos de ella. Pero si uno no desea ninguna de estas cosas y, con gran humildad, permanece siendo sencillamente lo que es, entonces se encuentra fuera de eso; se rebela contra ello y rompe con esta sociedad. Desafortunadamente, en la actualidad la educación aspira a que ustedes se amolden, se ajusten a esta sociedad codiciosa y encajen en ella. Esto es todo lo que interesa a sus padres, a sus maestros, y de esto es que se ocupan sus libros. Mientras se amolden, mientras sean ambiciosos, codiciosos, mientras corrompan y destruyan a otros persiguiendo la posición y el poder, se los considerará ciudadanos respetables. Se los educa para que encajen en la sociedad, pero eso no es educación, es meramente un proceso que los condiciona para que se adapten a un patrón. El verdadero propósito de la educación no es el de convertirlos en oficinistas, en jueces o en Primeros Ministros, sino el de ayudarlos a comprender toda la estructura de esta corrupta sociedad permitiéndoles que florezcan libremente, de modo que rompan con esta sociedad y puedan crear una sociedad diferente, un mundo nuevo. Tienen que existir los que se rebelen, no parcialmente, sino que estén en rebelión total contra lo viejo, porque son sólo personas así las que podrán crear un mundo nuevo un mundo que no se base en la codicia, en el poder y el prestigio. Puedo oír a las personas mayores diciendo: “Eso jamás podrá hacerse. La naturaleza humana es lo que es, y lo que usted dice es un desatino”. Pero jamás hemos pensado en librar de su condicionamiento a la mente adulta y en no condicionar al niño. Ciertamente, la educación es tanto curativa como preventiva. Ustedes, los estudiantes de más edad, ya están moldeados, condicionados, ya son ambiciosos; desean tener éxito igual que sus padres, o el gobernador o algún otro. De modo que el verdadero propósito de la educación es no sólo ayudarlos a que se liberen ustedes mismos de su condicionamiento, sino también a que comprendan todo el proceso del vivir de día en día, de modo que puedan crecer en libertad y crear un mundo nuevo, un mundo que debe ser por completo diferente del actual. Desafortunadamente, ni los padres de ustedes ni los maestros ni el público en general se interesan en esto. Es por eso que la educación tiene que ser un proceso de educar tanto al educador como al estudiante.

Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .

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