La educación de la voluntad, que se ha venido preparando durante las anteriores etapas iniciáticas,
con los esfuerzos conscientes de dominio personal, se traduce ahora en una plenitud volitiva que no es otra cosa sino el florecimiento de los tres grandes poderes o "virtudes" llamados Fe, Esperanza y Amor: Fe o virtud de acción, Esperanza o virtud de intelección, y Amor o virtud de creación, como ya he explicado en mi citada obra.
Eduardo Alfonso . La iniciación .