No es bueno limitarse a responderme, señor. Esa no era una pregunta retórica. Al fin

y al cabo, todos tenemos autoridades: la del profesor que sabe, la del médico, la del policía, la del sacerdote o la autoridad de nuestra propia experiencia. Se requiere una mente inteligente para ver dónde es mala la autoridad; y evitar la autoridad es sumamente difícil. Ello significa percibir la autoridad completa, su totalidad, la malignidad del poder, ya sea en el político como en el sacerdote, en el libro, o vuestra propia autoridad sobre la esposa, el marido. Y cuando lo veis, cuando lo sentís en realidad por completo, entonces ya no sois un seguidor. Sólo una mente así es capaz de descubrir qué es verdadero, porque estando libre puede percibir el hecho. Para percibir el hecho de que odiáis, no necesitáis autoridad; lo que necesitáis es una mente que esté libre de temor, libre de la opinión, y que no condene. Todo esto requiere arduo trabajo. Vivir con algo hermoso o con algo feo requiere intensa energía. ¿Habéis observado que el aldeano, el montañés que vive en una magnifica montaña, ni siquiera la ve? Se ha acostumbrado a ella. Pero, para vivir con algo sin acostumbrarse nunca a ello, tiene uno que ser muy intenso, para tener aquella energía. Y esa energía viene cuando la mente está libre, cuando no hay temor ni autoridad.

Jiddu Krishnamurti . El Estado Creativo de la Mente .

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