El discípulo se vuelve femenino. Ésa es la razón por la que las mujeres son
las mejores discípulas del mundo. El hombre encuentra una pequeña dificultad en ser un discípulo. Incluso si lo es, lo es a regañadientes. Se resiste, lucha, duda, crea muchísimas maneras para escapar de alguna forma. Si no puede, entonces se relaja sin poder defenderse..., pero porque no puede defenderse. La mujer salta con alegría. Los mayores discípulos han sido mujeres, y la proporción ha permanecido siempre la misma. Si hay cinco discípulos, uno será un hombre, cuatro serán mujeres; ésa ha sido la proporción. Fue así con Mahavira, fue así con Buda, es así conmigo. Siempre ha sido así.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .