Muchos seres humanos no tenemos una gran energía, y la poca energía de que disponemos
pronto queda sofocada, destruida por los controles, las amenazas y las prohibiciones de nuestra sociedad particular con su llamada educación; por lo tanto, nos volvemos imitadores, insulsos ciudadanos de esa sociedad. Y si un individuo tiene al comienzo un poco más de energía, ¿se incrementa esa energía con la disciplina? ¿La existencia de ese individuo se vuelve más rica y plena de vitalidad?.
Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .