Ya sea que uno esté guiado por sus emociones o por su intelecto, ello lo

conduce a la desesperación, porque no lleva a ninguna parte. Pero uno se da cuenta de que el amor no es placer, no es deseo. ¿Sabe usted, señor, qué es el placer? Cuando mira algo o cuando tiene un sentimiento, el acto de pensar acerca de ese sentimiento, de extenderse constantemente en ese sentimiento, le causa placer, y usted desea que ese placer se repita una y otra vez. Cuando un hombre es muy ambicioso, o es un poco ambicioso, eso le provoca placer. Cuando un hombre está buscando poder, posición, prestigio en nombre del país, en nombre de una idea y todas esas cosas, eso le da placer. Carece en absoluto de amor y, debido a eso, crea mucho mal en el mundo. Genera guerra dentro y fuera.

Jiddu Krishnamurti . El Libro de la Vida .

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