Supongamos, por ejemplo, que alguien me dice: ‘sois un hombre muy arrogante’. Mucha gente me
dice cosas, que soy esto o que soy aquello. Yo vivo con cada afirmación que ellos hagan. Si me perdonáis por hablar un minuto sobre mí mismo, yo vivo con eso, no lo resisto; no digo que está bien ni que está mal. Y vivir con eso requiere atención, para ver si es verdad. La atención es energía. La atención, la energía, es todo el universo pero esto no viene al caso por el momento. ¿Puede uno vivir con ello, no desviarse, no falsearlo; no decir, ‘me han dicho eso antes’, ‘yo no soy así’, o bien, ‘soy así y tengo que cambiar’? ¿Seguís esto? ¿Acaso no es posible vivir con lo agradable y lo desagradable, vivir con el sufrimiento tanto si es un dolor de muelas como otra forma de sufrimiento-, vivir con el temor, sin desequilibrarse? Como sabemos, queremos vivir con las cosas agradables, las bellas experiencias que hemos tenido. Han muerto y se han ido, pero nosotros queremos vivir con ellas por lo tanto, sólo estamos viviendo con un recuerdo muerto. Con el sufrimiento no queremos vivir. Queremos encontrar una salida. Pero ¿no es posible vivir con ambos, sin buscar una solución, sin buscar una respuesta, y sin limitarse a consultarlo con la almohada? Come veis, esto es meditación.
Jiddu Krishnamurti . El Estado Creativo de la Mente .