No tengamos ningún miedo a decirlo: es un favor de esta sabiduría divina que suspenda
así su unión con nosotros y retrase el momento de levantar el velo del templo, hasta que seamos más fuertes para soportar el brillo de su luz. ya que no sólo nos cegaría, sino que hasta podría hacer que perdiésemos la vista.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .